II
Ayer llegaste a mí. Venías con la cabeza descubierta y un clavel rojo que escondía todas las caras de la muerte. Una versión de la madrugada hizo que me viera en tu verme. Ahí empezaba o terminaba la magia. Nacían o morían las tristezas? Un tren verde cayó desde el cielo y leímos y leímos. ¿Te fuiste después?
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment