19.10.09

II
Ayer llegaste a mí. Venías con la cabeza descubierta y un clavel rojo que escondía todas las caras de la muerte. Una versión de la madrugada hizo que me viera en tu verme. Ahí empezaba o terminaba la magia. Nacían o morían las tristezas? Un tren verde cayó desde el cielo y leímos y leímos. ¿Te fuiste después?

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