24.10.09

VII
Y ahora de qué sirven los viejos amuletos? Las piedras sonoras? Mirá, allá lejos hay un vendaval de huesos partidos. Y en mi vaso se hace añicos la tarde.
El tiempo desbarata los relojes. Cisterna donde la cara de los dioses se desfigura. Tic tac, tic tac. Inclino mi rostro hacia el sur. Y algunos insectos antiguos como lava caen de mis oídos.

No comments: